miércoles, 25 de noviembre de 2015

Educar bien a nuestros hijos

Cuando tu hijo nace, nadie te pone un manual debajo del brazo donde explique detalle a detalle cada paso que debes seguir en su educación.

Cuando te lo ponen en tus brazos y ves a esa personita tan pequeñita, tan indefensa, tan vulnerable...

Te cuestionas cómo lo vas a hacer...

Porque esa personita que ya amas con todo su corazón tendrá en vosotros su reflejo, su espejo.

De nadie más depende que sea o no una buena persona en el futuro.

Yo jamás sentí miedo. Siempre pensé y confío en que lo estamos haciendo bien. Que parece feliz, que es educado, que es bueno, pero no nos olvidemos que son niños, al fin y al cabo.

En mi casa yo siempre he sido la blanda. Siempre esta el poli bueno y el poli malo.

En nuestro caso, su padre es mucho más severo que yo. Y deben notarlo porque con su padre se cuadran y a mi a veces me torean.

Todo esto viene porque hace unos días hubo un altercado en el cole donde mi hijo Ignacio estaba involucrado. Le había bajado los pantalones en el patio a un compañero y se había reído de él.

Esa es la versión de la mamá. Y efectivamente tras hablar con las profesoras y con mi propio hijo supe que era cierto. Cierto lo de bajarle los pantalones, porque lo de hacerlo con maldad para reírse es algo que dudo bastante.

He intentado que mi hijo aprenda que eso no se hace. Que está mal, que nunca debe hacerle a nadie lo que no le gustaría que le hiciesen a él. Como fue una sola vez y he decidido tomármelo como una travesura de niños sin más, no le he dado más importancia al tema.

El compañero en cuestión no lo está pasando bien en clase. Dice que se ríen de él, que le quitan la silla para que se caiga, le tiran el agua, le esconden el zumo...

El testimonio de la madre me dejó verdaderamente sobrecogida. ¿Cómo puede pasar algo así? Los niños tienen sólo cinco años.

Me da pavor, terror que en la sociedad existan este tipo de comportamientos, porque así es, lo escuchamos constantemente en las noticias, eso del Bulling.

¿Pero con cinco años? donde acaba el juego y empieza la maldad. ¿Tienen niños de cinco años maldad? ¿Dónde está la profesora cuando eso ocurre?.

Yo he hablado mucho con Ignacio este fin de semana. He intentado hacerle comprender que no puede permitir que eso se le haga a un compañero. No debe permitir las injusticias. Debe defender a su compañero.

Siempre hay un niño más débil, más tímido, más introvertido, con una historia detrás, en su casa, mil historias pueden causar que un niño no se defienda. Y lo que más me preocupa, que vea el comportamiento de sus compañeros como algo normal.

Cómo sería la charla que le hemos dado a nuestro primogénito, que el mismo lunes al recogerlo del colegio me dijo que había invitado a ese compañero a jugar a casa.

Me quedé mirándolo, y sentí tanto orgullo...Lo hizo él solo, sin que yo le propusiera algo así. Él decidió que debía invitarlo, ser su amigo, protegerlo...

En infinidad de ocasiones dudo en si los estamos haciendo bien con nuestros hijos. Si les regaño demasiado, si a veces soy muy Mamá Ogro, si no debería haberle dado un cachete...

Pero Ignacio, en ese momento me hizo entender que algo había aprendido. Que lo habíamos hecho bien. Que todo el mundo se merece una oportunidad.

Y aunque nos invadirá el miedo toda la vida, porque un hijo es un hijo y sólo depende de ti, de vosotros, creo que lo estamos haciendo bien.

Besos desde el Sur

Feliz miércoles!

3 comentarios:

  1. Hola. hay ciertas prácticas que no se deben consentir porque los niños son indefensos y no se pueden permitir practicas de rediculizarlos. Me alegra leer que tu hijo entendió el mensaje de tu charla pero hay padres que no se molestan en educar a sus hijos. Te felicito.Seguimos en contacto

    ResponderEliminar
  2. Bien por Ignacio! Sin duda lo estáis haciendo fenomenal!
    Pero.... y la profesora???
    No podría imaginar una actitud colectiva así en el cole de mis hijos, con 5 años!!! Increíble!

    ResponderEliminar
  3. serîa maravilloso si todos los ninyos actuasen como ignacio, el problema es que no todos los padres educan del mismo modo...

    ResponderEliminar